Quisiera empezar este testimonio contando que solicite hora con Guillermo solo por la insistencia de una amiga, ya que llevaba 2 años diagnosticada de fibromialgia severa y había probado con muchísimos tratamientos, desde convencionales hasta alópatas (Reiki, Acupuntura, flores de Bach, entre otras) los resultados me dejaban cada vez más desilusionada, ya que, no presentaba ninguna mejoría, al contrario, me había ido inhabilitando física y psicológicamente. Yo era una mujer muy activa, que además, había superado el cáncer en mí y dos de mis hijos; Sentía que esta enfermedad me iba a ganar; la medicación que me prescribieron me traía contra indicaciones al estómago, hígado, esófago y en especial, a nivel neuronal, estaba muy lenta, incapaz de memorizar y con- centrarme en leer, que era mi pasatiempo favorito.
Desde el primer día que visité a Guillermo sentí alivio, lo primero que hizo fue darme su perspectiva de cómo era la fibromialgia, y luego, comenzó a demostrar la cantidad de inflamaciones y contracturas que tenía mi cuerpo. Me comentó que era un proceso largo desinflamar y eliminar el dolor de cada punto señalado y otros tantos que aparecerían en el transcurso de la terapia. Desde el primer día en que me aplicó la técnica, comencé a recobrar algunos movimientos, pero lo mejor fue que empecé a alimentar la esperanza de recuperarme. Sentía la certeza de que a través de esta técnica me sanarían y así fue. Dado los resultados, comencé a asistir a terapia dos veces por semana. Viajando casi tres horas para llegar hasta su consulta, pero mi perseverancia dio sus frutos, hoy me he recuperado en más de un 95 por ciento. Hoy soy capaz de realizar casi todas mis actividades, vivir sin medicamentos normalmente (los cuales, fui bajando en sus dosis por decisión personal y que fui tomando solo cuando lo requería). Es tanta la confianza que le tomé a esta terapia (“Sanación Evolutiva”), que participe en cursos dictados por Guillermo para así ayudar a otras personas como me ha ayudado a mí.